Esa vez le tocó a él.
José estaba cagando y vió que era bueno, su olor no tanto.
Imaginarán la cara de María cuando en plena noche cayeron a su rancho esos tres tipos con dinero para el sorete.
Esa vez le tocó a él.
José estaba cagando y vió que era bueno, su olor no tanto.
Imaginarán la cara de María cuando en plena noche cayeron a su rancho esos tres tipos con dinero para el sorete.